Sonreís,
dentro de mi boca
nacen las lenguas de fuego
que consumen tu piel.
y sonreís...
Detrás de tus labios
se esconden los duendes
dorados,
que me cumplen a cabalidad
el sueño de estar vivo,
de estar con vós.
y sonreís...
Pero al estar y marcharte
al mismo tiempo,
nacen las incógnitas
sobre poder caminar entre la luz
junto a tu sonrisa...
Me mirás, en silencio...
Saltamos a un abismo
sin conocer qué nos recibirá
cuando toquemos el fondo...
¿Porqué callás?
Finalmente
volvés a sonreir
y con tus labios
sellás mi boca
para ahogar palabras
y responder con esos gestos
simplesde cuando suspirás...
Tu mano... tus labios...
Sonreís...
F. Fallas
No hay comentarios:
Publicar un comentario