sábado, julio 22, 2006

II (Un recuerdo encerrado)

"¿Puedo pedirte algo?
no lo intentés,
no creo que yo pueda.

Por favor no lo intentés,
no quiero que te sintás rechazado, esa no es la idea...

No, por favor,

no podés renunciar a tu salud mental,
sino yo me vería obligada a preocuparme por vós.

No quero que esto sea peor para vós, no lo intentés,

te lo pido,
no dejemos que esto termine mal..."

Y se fué alejando su imagen, sus ojos vidriosos, sus manos en las que me perdía cada noche, cada sombra, su voz tierna que decía mi nombre con la entonación de un "no por favor, no hagás esto más difíacil" (como si así fuera fácil). Todo se alejaba y volvía sobre mí para lanzarse y golpearme con mayor fuerza, mientras las piernas no responden a las exigencias de este camino vacío y oscuro que me lleva a algún lugar solitario, ideal para no pensar o para que los pensamientos y recuerdos me destrocen por completo...

F. Fallas

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