lunes, julio 24, 2006

IV (un poco de verborragia)

El recuerdo,
¿Para qué funciona?
el silencio nace,
las miradas ya no se pierden en las luces,
las noches frías me envuelven en su vacío,
vós nacés por las noches y me recordás el olvido;
mas no consigo perderme yo en las calles
sin dejar de esperar encontrarte
esperándome en las esquinas...

¿El consuelo?
Todavía no lo entiendo.

Sé que no debo conservar
la más mínima ansiedad por verte entrar por la puerta,
pero me es imposible no sentir la alegría de saber
que por lo menos hoy llegarás.

Finalmente llegás,
fría, pálida y sin palabras,
llena de todo, sin dejar nada por acá.
Finalmente llegás y no puedo comprender que en realidad ya no estás...

F. Fallas

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